5 ideas para promover la labor de nuestros campesinos
Por Cristina Gómez
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En las plazas de mercado se descargan todos los días camiones llenos de diversa riqueza gastronómica. Es un colorido desfile de alimentos pero también de historias, las valiosas historias del campesino. Su labor no es solo trabajar la tierra, sino cuidar su producto, que es como su hijo: "hay que quererlo, hay que tratarlo bien", es la enseñanza que deja cada vez que nos entrega lo mejor de su cosecha.
Detrás de cada producto hay una historia que debe ser homenajeada; es una tarea que deben hacer los cocineros en un interés genuino por investigar de dónde vienen los ingredientes con los que trabaja en su cocina; es una tarea del comensal que siempre debe estar agradecido con quien se esfuerza en la tierra desde la montaña.
En casa o en el restaurante vamos a llegar a la misma conclusión: nuestro campo siempre ha estado urgido de empatía, no solo en estos tiempos de crisis. Pero ahora que debemos buscar diferentes formas de conseguir los alimentos, su importante labor pesa más y, de repente, es más valorada y más admirada, ¡por fin! La reivindicación con el campo colombiano está latente y a la espera de una transformación de nuestra manera de pensar.
5 responsabilidades que tenemos como consumidores y como gestores gastronómicos
- Comprar
local, fortalecer las economías regionales y la gastronomía de proximidad.
- Involucrar
a las nuevas generaciones con el campo propiciando espacios de interacción en el lugar
de origen del producto para conocer su contexto social, cultural y
económico.
- Entender
la dinámica ambiental de nuestro entorno y protegerlo.
- Apoyar y promover
pequeños emprendimientos gastronómicos.
- Compartir
las historias de los protagonistas del campo.
Incluirlas como parte del contenido de los restaurantes o de cualquier emprendimiento
gastronómico.