Tercer Plato: el proyecto foodie de un colombiano en El Salvador


Por Cristina Gómez

Más allá del debate que cuestiona si un buen foodie debe tener un paladar todoterreno que se sale de su zona de confort de gustos o si debe ser una figura selectiva y exquisita apegada a ciertos protocolos y platos fotogénicos; lo cierto es que un verdadero fanático de la comida es un caminante que busca y encuentra tesoros que guarda en su memoria gustativa y que, en efecto, se convierte en un referente que comparte platos o lugares basándose en sus experiencias y opiniones.

Interpretar un país a través de su gastronomía implica aventurarse en un viaje cultural fascinante, cada tienda o restaurante conforma un tejido de tradiciones, influencias y tendencias que definen una identidad de sabores sin igual. Para Luis Ávila, un Director de Marketing Digital y foodie colombiano que vive en El Salvador, entender los sabores de cualquier lugar requiere saber un poco de contexto socio-cultural, pero a la hora de comer y  juzgar un plato se requiere saber de técnica. Así que estudió repostería para adentrarse en el mundo dulce de El Salvador y crear Tercer Plato, un proyecto digital enfocado en probar y recomendar postres.


Foto tomada de @tercerplato_


Hablamos con Ávila y nos contó cómo Tercer Plato se convirtió en la primera cuenta foodie de postres de El Salvador.

¿Cómo termina un colombiano Director de Marketing Digital haciendo un recorrido por los mejores spots de repostería en El Salvador?

Luis Ávila: Siempre he sido curioso con la comida, siempre me ha gustado comer rico, experimentar, probar y cocinar. Cuando llegué al país (El Salvador) a trabajar empecé a conocer postres y nunca me gustaban, venía muy acostumbrado a los postres colombianos, entonces dije: "aquí deben haber postres ricos", y se me dio por abrir esta cuenta (@tercerplato_que ya había tenido la idea de hacerlo en Colombia, ya la había abierto en Colombia, pero no le había puesto casi amor ni empeño, entonces dije: "aquí si me va a funcionar". Empecé a trabajar, a conocer restaurantes, sitios, postres y así terminé en esto tratando de ser un foodie pero con un nicho, me gusta tanto que estudié pastelería para poder entender cómo hacen los postres y cómo son las técnicas y no juzgar de un momento a otro. Todavía no me he lucrado, no he recibido ni un solo dólar por mi cuenta, es mucho más pasión por conocer sitios y probar.


Tercer Plato es un concepto inteligente y divertido, ¿Cómo ha evolucionado esta iniciativa desde que empezaste, teniendo en cuenta que los influencers gastronómicos, al menos en Latinoamérica, han explorado muy poco el nicho de los postres en digital?

LA: Era una idea que tenía desde Colombia, en mi última agencia, en Bogotá, conocí a Bogotá Eats, él me contó cómo funciona el tema (de los influencers foodies) y me pareció chévere. Empecé a buscar foodies en Colombia y habían un montón pero me di cuenta que nadie hablaba de postres, desde ahí tuve la curiosidad de hablar solo de la parte dulce y le busqué un nombre.

¿Qué postres definen los sabores dulces propios de El Salvador?

LA: Hay postres autóctonos que tienen que ver con la cultura del maíz, las quesadillas, que es una torta hecha a base de maíz, con queso. No usan casi el cacao con productos locales, los postres son a base de maíz, plátano o huevo. También hay mucho postre basado en panes dulces. Les gusta mucho el merengue, aquí lo llaman Cardenal. No es tanto como en Colombia que tenemos dulces por región y por temporadas.